Ese día donde satanás me pidió para zarandearme
Zarandear es moverte con violencia. Hasta sacar de ti todo lo que no es De Dios.
El enemigo te pide para zarandearte con la intención de sacar de ti todo lo que a Dios no le agrada para avergonzarte. El enemigo te pide para zarandearte para quitarte todo lo que hay De Dios en ti y Dios lo permite para formarte más a su imagen y semejanza. Para poder transformar para bien lo que el enemigo quiere hacer. De pronto empieza a sacar todo lo que hay en tu corazón que Dios no le agrada, la ira, ego, envidia, orgullo, rencor, pensamientos de esclavitud, vanidad, incredulidad, duda, odio, etc.
Recuerdo que cuando mejor yo me sentía más cómoda. Cuando le dije al señor lo tengo todo Dios gracias, te tengo a ti, tengo un esposo que me ama, dos hijas maravillosas. El enemigo me pidió para zarandearme. Porque sólo veía lo que creía que tenía, pero a pesar de que tenía a Dios no era fiel a él. Permitía el servicio y creencia a otros dioses. Mi hogar no era lo que yo creía. Y Dios lo sabía y deseaba establecer su orden.
Jesús estaba orando para que no me faltara mi FE. Así como ora por ti en el momento de zarandeo que estás viviendo. Pedro amaba tanto a Jesús que pensaba que no lo iba a negar, pero en el momento del zarandeo cuando vio a su líder débil se asustó tanto que por miedo lo negó y el enemigo le quiso acusar diciendo fallaste no fuiste fiel cuando pensaste en el dolor en tu carne y que te podían hacer lo mismo fallaste.
Porque a veces el zarandeo es tan fuerte que saca lo que está en lo más profundo y te hace ver que lo que tú crees es tu fortaleza no lo es necesitas reforzarse. El Zarandeo debe acercarte más a Dios. Pero usualmente lo que hacemos es huir. Pero en la presencia De Dios hay plenitud de gozo. El yugo se pudre. Jesús le dijo algo muy importante a pedro le dijo sé que vas a volver y tu Fe va a ser tan fuerte que vas a ayudar a tus hermanos a creer. Si miras la vida de pedro esta fue completamente transformada después de ese zarandeo. Jesús vino y lo restituyó.
En tu zarandeo debes enfocarte en lo que Dios quiere de ti en lo que está tratando contigo. Muchas ocasiones nos enfocamos en los demás como le paso a Pedro después de haber sido zarandeado. Jesús viene lo restituye y el todavía tenía envidia en su corazón estaba pendiente de Juan el discípulo amado y le pregunta a Jesús.
En tu zarandeo ocúpate de ti no de tu hermano. Porque el zarandeo es contigo Dios te está trabajando de manera individual. Después de este zarandeo Pedro aprendió que Jesús gobierna que es imposible que Dios nos pueda usar si no aceptamos su dirección y nos va a trabajar en la obediencia.
Según tu Proposito es tu Zarandeo. Dios tenía que preparar a pedro en todas las áreas. El era un fiel servidor, pero le faltaba amor y misericordia. Tuvo que experimentar un fuerte zarandeo para que muriera la vieja criatura y salieran los frutos del Espíritu necesarios para su llamado.
Porque sobre esa piedra. La obediencia, amor y misericordia. Jesús edificaría su iglesia.
Creo firmemente que tu fe aumenta en este tiempo de zarandeo general porque todos estamos siendo zarandeados. Jesus su glorifica en tu vida y su proposito se cumple en tu vida en el nombre poderoso de Cristo. Amen
Pastora Ary Sanchez
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