Crecí en un hogar católico en la República Dominicana y solía ir a la iglesia con mi abuela todas las semanas. Pero siempre sentí que hacía falta algo en mi relación con Dios dentro de la iglesia católica. Un día, mientras estaba vacacionando en Puerto Rico, mi tía me llevó a una campaña de Yiye Ávila. Durante la campaña él hizo el llamado y acepté a Jesus como mi señor y salvador. Regresé a la República Dominicana y mi abuela, al enterarse de lo que había hecho, me hizo volver a la iglesia católica y olvidar lo que ocurrió en Puerto Rico. Así me mantuve hasta el 2009 cuando un momento difícil en mi vida me llevó a buscar más de Dios. Comencé a ver los programas del Pastor Otoniel Font y eventualmente hice confesión de fe y empecé a congregarme en la iglesia Fuente de Agua Viva.
Luego de 3 años recibí el llamado de Dios al pastorado y comencé estudios pastorales en la Universidad Teológica del Caribe. En el 2016 fui ungida como pastora en la iglesia Restaurando y Levantando al Caído dónde fui co-pastora por dos años. Durante ese tiempo solía enviar grabaciones a mis familiares con mensajes de aliento a través de la palabra. Un día mi sobrino Edwin me preguntó: “¿Porque no creas un grupo y compartes mensajes diariamente, para que sean accesibles a más personas?”. Y así nació la iglesia Compartiendo la Fe, en un grupo de WhatsApp con solo 5 personas. Hoy tenemos más de 1,500 personas que reciben nuestros audios diariamente.
Con el pasar del tiempo, Compartiendo La Fe ha crecido y hemos creado programas cómo el grupo de jóvenes Gotas y el grupo Raboní dónde nos enfocamos en ofrecer talleres a la comunidad. En total tenemos 11 líderes y hemos comenzado a utilizar otros medios como Facebook, Instagram, YouTube y Roku. En Enero del 2021 logramos lanzar nuestro canal de Radio y Televisión digital “Compartiendo la Fe Radio y TV”.
Con la ayuda de Dios queremos continuar creciendo y lograr que la palabra de fe llegue a todas las naciones, sin límite. La creación de Compartiendo la Fe es un testimonio de que con Dios lo imposible se hace posible. Te invito a creerle a Dios porque aunque tu principio sea pequeño en sus manos se convertirá en un final grande.